Trabajadores Autónomos: La nueva cotización por tramos en función de los ingresos reales que propone el Gobierno a partir de 2023
Les resumimos los planes del Gobierno para el futuro de la cotización de los Trabajadores Autónomos con la reforma ya comunicada a Europa.
Desde hace tiempo, el Gobierno quiere implantar una cotización basada en los ingresos reales de los trabajadores autónomos.
Esta decisión, además, ha quedado comprometida con Bruselas tras la redacción definitiva del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuyo componente 30, "Sostenibilidad a largo plazo del sistema público de pensiones en el marco del Pacto de Toledo", contiene una inversión dedicada al "nuevo sistema de cotización a la Seguridad Social de los trabajadores autónomos por sus ingresos reales, por el que se busca implantar gradualmente un nuevo sistema de cotización en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) basado en los rendimientos por la actividad económica desempeñada". En este sentido, en el marco de la reforma de las pensiones es objetivo a medio y largo plazo "abordar el incremento importante del número de jubilaciones en las próximas décadas", lo que exige, entre otras medidas, una "adaptación a la realidad económica en materia de cotización de autónomos".
Entrada en vigor de las medidas.
Dada la gran complejidad que supone esta reforma, no se aplicará hasta 2023, y que se abrirá un periodo transitorio de nueve años para valorar su eficacia y poder realizar las oportunas correcciones, contando con revisiones periódicas cada tres años, en las que el Ejecutivo, junto con el resto de agentes negociadores, podrán acordar, en su caso, acortar los plazos para la implantación definitiva.
La intención es que la cuota siga siendo voluntaria y que el trabajador autónomo regularice su cotización cada año, al final de su ejercicio fiscal, cuando se determinen los verdaderos ingresos reales, pudiendo cambiar de base de cotización seis veces cada año, para ir ajustándola a los rendimientos netos.
Entre los diversos problemas surgidos para implantar el nuevo sistema, hay que destacar las dificultades técnicas que para la Agencia Tributaria implica averiguar los rendimientos netos de todos los trabajadores autónomos, en especial, los que tributan en estimación objetiva, familiares colaboradores, nuevos emprendedores y autónomos societarios. La Hacienda Pública solo dispone de los rendimientos netos de todos los trabajadores autónomos a los 6 meses de cierre del ejercicio fiscal una vez presentada la declaración de la renta. También será necesario instaurar mecanismos que no permitan que el interesado pueda trasladar ingresos a ejercicios posteriores para no superar un determinado tramo y evitar con ello el abono de una cuota superior.
Por todo ello, el Ejecutivo ha anunciado que en 2022 se establecerán las bases de este mecanismo y se encauzará la información que necesiten los autónomos sobre sus rendimientos netos para ir encuadrándolos en los tramos de cotización, de modo que el 1 de enero de 2023 comenzaría la aplicación del nuevo sistema.
Tramos de cotización.
El nuevo modelo se articulará en torno a trece tramos de cotización en función del nivel de ingresos del autónomo, a los que se vinculará una cuota de entre 90 y 1.120 euros a partir del 2030 y de entre 200 y 400 durante el periodo transitorio.
La propuesta del Gobierno se estructura de este modo:
|
Desde (€) |
Hasta (€) |
Cuota de autónomos 2023-2030 (€) |
Cuota de autónomos a partir de 2030 (€) |
|
0 |
3.000 |
200 |
90 |
|
3.000 |
6.000 |
215 |
120 |
|
6.000 |
9.000 |
230 |
185 |
|
9.000 |
12.600 |
245 |
235 |
|
12.600 |
17.000 |
260 |
275 |
|
17.000 |
22.000 |
275 |
305 |
|
22.000 |
27.000 |
290 |
425 |
|
27.000 |
32.000 |
305 |
525 |
|
32.000 |
37.000 |
320 |
670 |
|
37.000 |
42.000 |
340 |
800 |
|
42.000 |
47.000 |
360 |
935 |
|
47.841 |
48.841 |
380 |
1.075 |
|
48.841 |
En adelante |
400 |
1.200 |
De esta forma, desde 2030, los trabajadores autónomos cuyos rendimientos netos superen 17.000 euros abonarán una cuota superior a la establecida como mínima en la actualidad (289,98 euros).
Según el Gobierno, el mayor impacto de este nuevo sistema afectará a los autónomos que perciban ingresos elevados, como los autónomos societarios o los miembros de Consejos de administración, lo que redundaría en las arcas del Estado.
Se estima que las nuevas medidas supondrían un 20% más de ingresos procedentes de los autónomos, lo que conduciría a una mejora de las prestaciones por cese de actividad y de las pensiones de jubilación satisfechas por la Seguridad Social: los cambios en la cuota irían aparejados de una mejora de las coberturas sociales para el colectivo.
Objetivo de la implantación del nuevo sistema: evitar que la mayoría cotice por la base mínima.
En la actualidad el 85% de los autónomos cotiza como si cobrase el salario mínimo interprofesional, es decir, por la base mínima y, solo el 14% de este colectivo cotiza algo más.
En el RETA, el autónomo tiene la facultad de elegir la base por la que cotiza. Entre los factores clave para que un trabajador de este colectivo decida hacerlo por el mínimo, destacan su necesidad económica a corto plazo y la desconfianza en el sistema de pensiones. La diferencia entre la base máxima y la mínima abarca la cuantía de la pensión de jubilación y una ampliación de las coberturas sociales.
El hecho de cotizar siempre por la base mínima implicará cobrar menos, disfrutar de menores coberturas y, sobre todo, que la pensión de jubilación distará enormemente de los ingresos percibidos en activo. Cuando estos trabajadores lleguen a la edad de jubilación, parte de ellos, necesitarán el llamado “complemento a mínimos” (importe que se añade a la pensión cuando no se alcance el mínimo fijado legalmente si no se llega a un nivel de rentas determinado cada año en la Ley de Presupuestos). En la actualidad, cerca del 24,7% de las pensiones de trabajadores autónomos son complementadas a mínimos.
Según el informe, “El trabajador autónomo ante la previsión social”, realizado por ATA, cotizar por la base mínima es una decisión que obedece a motivos de supervivencia. En realidad, uno de cada tres autónomos optaría por elevar su base de cotización a la Seguridad Social si mejorasen las prestaciones a las que tiene derecho, incluida la jubilación, y el 38% del colectivo muestra su predisposición a cambiar y subir su base de cotización. El mismo porcentaje reconoce, como motivo para no hacerlo, una falta de ingresos, mientras que un 13% prefiere invertir sus ahorros en la contratación de planes privados.
Todo esto conduce a que en nuestro país haya cerca de 125.000 trabajadores autónomos mayores de 65 años en situación de alta en el RETA.
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