Los centros de coste son a la empresa como las células a nuestro cuerpo, es decir, una pequeña unidad que contiene una información determinada. Esta información está clasificada, normalmente de forma numérica, aunque también puede usarse un sistema alfanumérico y tener tantos dígitos como se necesite o como el ERP de turno estime oportuno.
La clasificación de los centros de coste se puede hacer desde las cuentas contables, lo cual nos puede generar un plan contable bastante largo o bien con codificaciones externas que, junto con las cuentas contables, nos dan una información detallada de lo que ocurre en la empresa.
A la hora de diseñar los centros de coste de la empresa se pueden usar diversos criterios, teniendo en cuenta la Agrupación a la que pertenece, la Naturaleza del Coste, las Líneas de Negocio, … lo que hay que tener muy presente es que dicho sistema de Cecos ha de perdurar en el tiempo, es decir, pueda incorporar fácilmente los cambios de la empresa en el futuro, ser cómodo para la persona o personas que han de asignarlos, toda factura de la empresa deberá estar codificada, fáciles de integrar en la contabilidad y fáciles de analizar, puesto que el fin de todo centro de coste es poder analizar el estado de la empresa en un Reporting
Implantar Cecos por primera conlleva mucho análisis y un buen conocimiento de la empresa, hay que pensar que una modificación posterior no solo significará volver a diseñar los centros de coste sino que convertir los antiguos en los nuevos, cambiarlos en la contabilidad y arriesgarnos a perder información por el camino.
